La Eurocámara ha aprobado el 8 de marzo, con el apoyo de todos los grupos, el informe sobre la aplicación de una tasa a las transacciones financieras para recaudar fondos contra la pobreza.
El Parlamento Europeo ha aprobado un informe en el que pide crear una Tasa a las Transacciones Financieras (TTF) para gravar la especulación y financiar a los estados. El Parlamento da así un paso adelante con la propuesta que está estudiando el G-20 para imponer esta tasa a nivel global. Estrasburgo entiende que la UE debe esperar a la resolución final que el G-20 tome este año, pero le pide a Bruselas que, pase lo que pase, adopte la medida para la UE.
"Un desplazamiento de las transacciones puramente especulativas a otras jurisdicciones no sólo tendría escasos efectos perjudiciales, sino que podría contribuir a aumentar la eficacia del mercado", matiza el Parlamento, relativizando así uno de los mayores fantasmas que surgen al invocar este impuesto inspirado en la tasa Tobin. Alemania y Francia defienden su aplicación pero EEUU ha pedido calma hasta evaluar los efectos.
La propuesta del Nobel de Economía estadounidense James Tobin ha sido rebautizada por las ONG como tasa Robin Hood. Según el informe de la UE, gravar con un 0,05% las operaciones a corto plazo (consideradas especulativas), podría recaudar al año hasta 200.000 millones de euros sólo en la UE y 650.000 a nivel global. Además, el informe recoge que en 2007 las operaciones de especulación financiera superaron en 73,5 veces el PIB mundial nominal, debido al auge del mercado de productos derivados.
En defensa de la tasa, el texto, que ha sido fuertemente debatido, dice que su introducción "podría contribuir a la lucha contra los modelos de negocio altamente perjudiciales en los mercados financieros, como algunas estrategias a corto plazo, y la negociación automatizada de alta frecuencia, así como a frenar la especulación". Además, cree que la tasa podría llegar a "aumentar la transparencia, reducir la excesiva volatilidad de los precios, y crear incentivos para que el sector financiero invirtiera a largo plazo en proyectos que generaran valor añadido para la economía real".
El Parlamento aprovecha la resolución para lamentar la deriva de la gobernanza económica de la UE, y dice que "se echa de menos la dimensión de la política fiscal en la estrategia de la UE con respecto al sector financiero", una de las mayores críticas vertidas por los sectores sociales. Además, entiende que "un aumento de los tipos, una ampliación del alcance de los actuales instrumentos fiscales y nuevos recortes del gasto público no son una solución suficiente ni sostenible para afrontar los futuros retos". "La Unión debe convencer a sus ciudadanos de que tiene la voluntad y dispone de los instrumentos necesarios para una combinación equilibrada de una estrategia de consolidación fiscal y la aplicación de políticas de estímulo", remacha el texto, aún provisional.
La propuesta fue defendida por la socialdemócrata griega Anni Podimata y recoge también propuestas para la creación de eurobonos e impuestos verdes.
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